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Exministro de Educación: Amarante Baret acusa a Danilo Medina de ordenar su expulsión del PLD

 


El exministro de Educación e Interior y Policía, Carlos Amarante Baret, acusó este domingo al expresidente de la República, Danilo Medina, de ordenar su expulsión del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y manifestó que sigue siendo un “jefe grupal”.

El dirigente político ofreció esta información a través de un video colgado en sus redes sociales, en el que enumeró las razones por las que supuestamente el presidente del PLD lo expulsó.

Según el exfuncionario, Medina no le perdonó que él haya revelado “su plan de ser aclamado y perpetuarse en la presidencia del partido”.

Resaltó el presunto disgusto del exmandatario contra él, luego de que apoyó la creación de un frente opositor dentro del PLD, a pesar de que este fue aprobado por el Comité Político.

También, aseguró que Medina no lo perdona porque hizo pública la evaluación de la base del IX Congreso José Joaquín Bido Medina.

De manera similar, Amarante Baret dijo que el exjefe de Estado no le perdona porque denunció que este sigue siendo un “jefe grupal”.

Otros de los elementos discordantes entre Danilo Medina y Baret, fue el hecho de que este último se refiriera al exmandatario como un presidente.

“Danilo Medina no me perdona que haya denunciado que aún sigue siendo un jefe grupal, pues a pesar de ser el líder de la organización, no renuncia a esa vieja práctica. Sé porque lo digo, porque “viví en el monstruo y le conozco las entrañas”, dijo el político.

“Sé por qué lo digo, porque viví en el monstruo y le conozco las entrañas”, manifestó Amarante Baret en su video.

Precisó que fue por estas razones que de manera irracional Danilo Medina a quien acusa de manera directa, ordenó su expulsión del PLD, por lo que aseguró vehementemente, que por el momento los aires frescos del citado partido opositor no llegaran, pues los “juicios sumarísimos que nos recuerdan a Trujillo y las purgas estalinistas han hecho prevalecer una fuerza centrífuga que expulsa todo lo que no coincide con el liderazgo mayor. Esa especie de licuadora destapada y encendida, que expulsa todo y que arrancó en el 2019 y que aún no se detiene”, precisó.

Se recuerda que el pasado domingo, Carlos Amarante Baret fue expulsado sumariamente del PLD, por el Tribunal Disciplinario, lo que ha traído como consecuencia que más de 25 dirigentes pertenecientes al Comité Central del PLD y otros tantos presidentes de Intermedios y de Comité Bases hayan presentado sus renuncias.

A continuación carta integra



Pueblo dominicano:
Hace una semana, la opinión pública fue sacudida por mi inexplicable expulsión de la fila del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), después de una larga militancia de cincuenta años en el partido. Ese día, mi teléfono reventó por la cantidad de llamadas de compañeros y compañeras, de amigos y de periodistas de todos los medios, que procuraban mi reacción ante aquel brutal y desconsiderado ataque de mi propio partido.

Entre tantas llamadas y visitas que agradezco de todo corazón, estuvieron las de mis familiares y las de mis tres hijos. Papá, pero qué es lo que está pasando con usted, se preguntaban incrédulos. No podían creer lo que leían en las redes sociales.

Resulta que provengo de una familia muy humilde y trabajadora, los Amarante Baret, y al contraer matrimonio con mi esposa Miguelina García, conformamos el núcleo familiar Amarante García. Familias honradas de la cuales me siento muy orgulloso. Ellos, al igual que muchos compañeros y compañeras y amigos buscaban respuestas en medio del desconcierto provocado por semejante agresión.

Tenía catorce años de edad cuando inicié mi vida política como seguidor del PLD y de los ideales de mi ilustre líder y maestro, el Prof. Juan Bosch. Como un militante estudioso y cumplidor de mis deberes partidarios, fui escalando posiciones internas y electivas en mi organización, regidor a los 22 años, senador electo a los 29 y funcionario designado por decreto por los expresidentes Leonel Fernández y Danilo Medina, y miembro del Comité Central y Político del PLD. A ambos presidentes les serví con responsabilidad, con entrega al trabajo y con estricta observancia de los principios éticos y morales que aprendí de mis padres y que consolidé con las enseñanzas y el ejemplo de Don Juan.

Forjado con un profundo sentido crítico y de independencia de criterio, aun fuere ante mis superiores, me fui tornando un militante “incómodo”, porque nunca acepté ni voy a aceptar que, porque un presidente me nombre en un puesto público, debo alquilarle mi alma, mi conciencia y mi vida, como si fuere un siervo de la gleba. Eso jamás. Y eso siempre lo supo el expresidente Danilo Medina, pues le expresé mi apoyo en las primarias del 2007, yendo en contra del que firmaba los decretos en ese entonces. Eran los tiempos en que Danilo me decía: “Baret, el Danilismo te ama”. “Hagan memoria”, diría Facundo Cabral.

Sin eufemismos, la verdad monda y lironda de mi expulsión del partido en el que crecí y me desarrollé, es la siguiente:

1. Danilo Medina no me perdona que develé su plan de ser aclamado y perpetuarse en la presidencia del partido, cuando lo emplazamos públicamente a que cumpliera su palabra empeñada de retirarse de la presidencia del PLD.
2. Danilo Medina no me perdona que impulsara la formación de un frente opositor que fue aprobado por el Comité Político, a pesar de él no estar de acuerdo y al cual se opuso, y se sigue oponiendo, sistemáticamente.
3. Danilo Medina no me perdona que hiciera pública la evaluación de La Base del IX Congreso José Joaquín Bidó Medina, totalmente negativa para la dirección del partido, al igual que la que acaba de hacerse en el presente congreso y que ya fue engavetada.
4. Danilo Medina no me perdona que haya denunciado que aún sigue siendo un jefe grupal, pues a pesar de ser el líder de la organización, no renuncia a esa vieja práctica. Sé porque lo digo, porque “viví en el monstruo y le conozco las entrañas”.

Por estos motivos irracionales, ordenó mi expulsión sumarísima del PLD.

Los aires frescos de la renovación parece que no llegarán por ahora al partido. La práctica grupal, los juicios sumarísimos que nos recuerdan a Trujillo y las purgas estalinistas, han hecho prevalecer una fuerza centrífuga que expulsa todo lo que no coincide con el liderazgo mayor. Esa especie de licuadora destapada y encendida que expulsa todo, arrancó en el 2019 y aún no se detiene. Ella nos sacó y nos mantiene fuera del poder, al propiciar la fatídica división de la organización.

“La unidad en la diversidad” que garantizó tantos triunfos electorales, hoy es una frase hueca, anulada por los efectos del dominio grupal, corroborado por las derrotas electorales y el empequeñecimiento permanente del partido que ha pasado del histórico 62% del 2016, al penoso 10% del 2024.

No me alegro de la difícil situación por la que atraviesa el partido, pero tendré que agradecerle a Danilo Medina, que con su ilegal y soberbia decisión de expulsarme de mi partido, me evita el dolor de ver el techo de la casa, ¡cayéndonos encima!

Lamento que con tantos problemas que tiene el país, en el PLD haya quienes se dediquen a perseguir a otros, a hacer negociaciones soterradas con el gobierno y que no les interese la defensa real de nuestro pueblo, sino sus interese particulares.

El grupo dominante dentro del PLD puede expulsarme, calificarme como lo peor, pero lo que NO PODRAN es separarme de las enseñanzas y el ejemplo de mi maestro Juan Bosch, de mi profundo cariño hacia los compañeros y compañeras del partido y de mi indeclinable voluntad de seguir luchando por un mejor futuro para la sociedad dominicana.

Muchas gracias.
Fuente:https://rnn.com.do
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