Si sienten que la chispa en su relación necesita un empujón o que la rutina les está bajando el deseo, quizás haya llegado el momento de probar algo distinto.
Los juegos sexuales en pareja abren una puerta a nuevas experiencias, donde podrán soltarse, reír, provocarse y explorar fantasíaA diferencia del foreplay, que prepara el ambiente, estas dinámicas profundizan la conexión y avivan la complicidad.
Debido a las prisas y el estrés diario, la pasión suele disminuir, ya sea por la costumbre, el cansancio o porque no se encuentra tiempo de calidad para disfrutar a nivel íntimo.
Si sientes que la rutina se apodera de tu relación, nada mejor que un poco de innovación de índole sexual.Nadie duda de que tener una buena vida sexual en pareja mejora la satisfacción de los miembros de la misma.
Y es que la conexión que se crea entre ambos en los momentos íntimos ayuda a superar muchos momentos delicados.
El sexo nos ayuda en muchos aspectos, no solo nos produce placer. Según algunos estudios científicos, los beneficios del sexo son:
- Ayuda a reducir el estrés.
- Rejuvenece y ayuda a la pareja a sentirse más joven.
- Alarga la vida.
- Mejora la salud cardiovascular.
- Mejora la autoestima y el estado de ánimo al liberar endorfinas.
- Ayuda a tener un sistema inmunológico más fuerte.
Juegos en la cama para compartir con la pareja
Las relaciones sexuales son realmente placenteras, pero a medida que el tiempo en la relación de pareja pasa y la monotonía gana terreno, algunas parejas dejan que la llama de la pasión se apague.
Los expertos recomiendan que seamos creativos para que esto no ocurra.
En las siguientes líneas puedes encontrar una selección de juegos en la cama que te ayudarán a activar tu vida sexual de nuevo
1. Temperatura sexual
Uno de los clásicos de los juegos en la cama es jugar con las sensaciones de nuestro cuerpo. Para hacer esto simplemente es necesario agarrar un cubito de hielo o coger una bebida caliente.
Es posible aplicar hielo directamente sobre el cuerpo de la persona que pretendemos estimular, o ponérnosolo un momento en la boca (igual que con la bebida caliente) para que al practicar sexo oral o lamer a la pareja las sensaciones sean diferentes gracias a la lengua fría o caliente.
2. El detenido
Otro de los juegos eróticos clásicos consiste en esposar a uno de los miembros de la pareja para que no pueda moverse. En este juego, se suele simular una detención o captura.
Uno de los dos miembros de la pareja queda atado de manos (y de pies en muchos casos) y queda a merced de la otra persona que se encarga de dar placer. Esta situación es muy estimulante para muchos.
3. Juego de los dados
El juego de los dados es una variación del anterior. Consiste en que los dos miembros de la pareja se asignen números diferentes.
Uno los dos pares y el otro impares. Entonces se lanza un dado y la persona que gane es la que será atada durante 5 minutos y recibirá el placer de la pareja.
4. Sabores sexuales
Si las sensaciones de frío calor pueden ser muy placenteras, también pueden serlo los sabores. No hay nada mejor que estar con la persona que amas y además deleitar el paladar con chocolate, fresas o helado.
El gusto de cada persona puede cambiar, aunque algunos clásicos son untarse partes del cuerpo con chocolate y limpiarlos con la lengua. También comer fresas y cava con la pareja de manera erótica. Lo importante es no usar las manos sino todo lo demás.
5. Masaje con aceite
Los masajes siempre son placenteros y relajantes, y son ideales para aumentar la excitación sexual y causar un clima idóneo para el acto sexual. El masaje puede llevarse a cabo en la misma cama, donde la persona que lo recibe debe estar cómoda bocabajo.
Existen diferentes tipos de aceites con diferentes aromas que producen distintas sensaciones. El tacto, el olor y la sensación del aceite pueden ser muy estimulantes y un masaje es ideal como juego preliminar en la cama.
6. Bomba sexual
La bomba sexual es un jugo en la cama que provoca una dinamita de placer. Es un juego simple, que consiste en coger un reloj y poner un intervalo de tiempo en el que no está permitido penetrar. Si por ejemplo el tiempo sin penetración es de 20 minutos, están permitidas solo las caricias, besos, mordiscos, etc., hasta que haya pasado ese tiempo estipulado.
7. Elige un papelito
Un juego que puede resultar muy erótico y puede excitar tus sentidos. Consiste en coger dos tarros o frascos (para cada uno de los dos) en los que meter una serie de papelitos. En cada papelito se escriben diferentes verbos que tienen que ver con actos sexuales y excitantes, por ejemplo, chupar, lamer, morder, etc. En el otro frasco estarán los papelitos con las partes del cuerpo escritas. La combinación de los dos papelitos te indicarán qué debes hacerle a tu pareja para que sienta un gran placer.
8. La ceguera
Otro juego mítico es el de vendarse los ojos, pues cuando uno no puede ver, los otros sentidos corporales se intensifican. El funcionamiento es simple; vendarse los ojos y dejar que la pareja haga su trabajo para satisfacernos. La imaginación juega un papel fundamental en este juego, que es ideal si se combina con el juego del detenido.
9. La batalla
La cama puede convertirse en un ring de lucha con este juego, en el que no es necesario ser violento, pero puede ser divertido. Los dos miembros de la pareja deben desnudarse y sujetar un cojín con el que deben iniciar una batalla. No se trata de hacer daño sino de pasar un buen rato. Esto puede provocar un ambiente distendido que puede acabar en amor y no en guerra.
10. ¿A qué sabe mi boca?
Este juego en la cama es ideal para combinarlo con el juego de la ceguera. pues cuando uno de los dos miembros de la pareja tiene los ojos vendados, entonces el otro se coloca distintos alimentos en la boca: chocolate, helado, fresas, licores, nata, etc.
El objetivo es que la persona que tiene los ojos vendados adivine qué es lo que el otro tiene en la boca. Si no acierta, entonces la persona que no tenía los ojos vendados se untará el cuerpo con el alimento y la persona que ha perdido tiene que lamerlo y limpiarle el cuerpo sin usar las manos.
¿Cuándo ir a terapia sexual recurriendo a sexólogos?
A veces, aplicar de manera autónoma los juegos en la cama no es suficiente para hacer de la vida sexual en pareja algo satisfactorio. En estos casos, es recomendable recurrir a la sexología.
La sexualidad es una parte fundamental del bienestar humano, pero como cualquier otro aspecto de la vida, puede verse afectada por problemas o dificultades que requieren atención profesional.
La terapia sexual, llevada a cabo por sexólogos especializados, es una herramienta eficaz para abordar una amplia gama de problemas sexuales. Sin embargo, muchas personas se preguntan cuándo es el momento adecuado para buscar ayuda en este ámbito.
A continuación, exploramos algunas situaciones en las que recurrir a un sexólogo puede ser beneficioso.
Disfunciones Sexuales
Las disfunciones sexuales, como la disfunción eréctil, la eyaculación precoz, el vaginismo, y la falta de deseo sexual, son motivos comunes para buscar terapia sexual.
Estas condiciones pueden tener un origen tanto físico como psicológico, y un sexólogo está capacitado para abordar ambos aspectos.
Si estos problemas persisten durante un periodo prolongado y afectan la calidad de vida o la relación de pareja, es recomendable buscar la ayuda de un profesional.
El sexólogo puede trabajar en colaboración con otros especialistas, como urólogos o ginecólogos, para ofrecer un enfoque integral.
2. Problemas de Pareja Relacionados con la Sexualidad
La sexualidad es un componente crucial en la mayoría de las relaciones de pareja, y los problemas en este ámbito pueden generar tensiones y conflictos.
Si una pareja experimenta dificultades para comunicarse sobre sus deseos, expectativas o frustraciones sexuales, un sexólogo puede intervenir para facilitar un diálogo abierto y respetuoso. La terapia sexual en pareja ayuda a identificar y resolver problemas subyacentes, mejorando tanto la vida sexual como la relación en general.
Falta de Deseo Sexual o Aversión Sexual
La disminución del deseo sexual o la aversión al sexo pueden ser signos de problemas emocionales o psicológicos más profundos, como el estrés, la ansiedad, la depresión, o experiencias traumáticas.
Estos problemas pueden afectar gravemente la autoestima y la calidad de vida. Un sexólogo puede ayudar a identificar las causas subyacentes y trabajar en estrategias para restaurar una relación saludable con la sexualidad.
Exploración de la Identidad Sexual y de Género
En un mundo donde la diversidad sexual y de género está cada vez más reconocida, algunas personas pueden experimentar confusión o dificultades al explorar su identidad sexual o de género.
Un sexólogo especializado puede proporcionar un espacio seguro y no juzgador para que las personas exploren sus sentimientos, obtengan información precisa y desarrollen una comprensión más clara de sí mismas. Esto es especialmente importante en contextos donde la identidad sexual o de género no se alinea con las expectativas sociales o familiares.
5. Educación Sexual y Prevención
La terapia sexual no solo se centra en resolver problemas; también puede ser una herramienta educativa. Un sexólogo puede proporcionar información y recursos sobre sexualidad segura, métodos anticonceptivos, y prevención de enfermedades de transmisión sexual.
Además, puede ayudar a personas y parejas a comprender mejor sus cuerpos, sus deseos y sus límites, promoviendo una sexualidad saludable y satisfactoria.
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