La discusión sobre la existencia del punto A
Al igual que sucede con el punto G, la zona AFE cuenta con expertos a favor y en contra. Fue el doctor malasio Chua Chee Ann quien describió el punto en 1993, mientras buscaba un posible tratamiento para la sequedad vaginal.
En su estudio, publicado en la revista Sexual and Marital Therapy, indicaba que la estimulación de la zona AFE podía dar como resultado una rápida lubricación vaginal y culminar en orgasmos. Esta publicación científica le dio una mayor notoriedad en el círculo
Un poco más cerca —en el año 2022—, otra investigación realizada en India reconoció la existencia de este centro erógeno femenino. Pero también señaló que a algunas mujeres les cuesta encontrarlo y que se requiere de entrenamiento para estimularlo.
En el otro lado de la balanza, hay expertos en anatomía humana que consideran
A no es un término aceptado por carecer de bases científicas. En esta línea se Lo concreto es que falta mayor investigación en torno a este y otros puntos erógenos femeninos. De todas maneras, sí se tiende a reconocer la existencia de áreas, dentro del aparato reproductor de la mujer, que concentran más terminaciones nerviosas y mayor circulación, lo que favorecería la excitación.
¿Cómo estimular el punto A?
Ya te adelantamos que, según algunos expertos, necesitas práctica para llevar a cabo una buena estimulación del punto A. Pero tampoco resulta imposible. Eso sí, recuerda que no todas las mujeres son iguales y puede llevarte más o menos tiempo hallarlo y excitarlo.
Algunas de las técnicas que podrías utilizar son las siguientes:
1. Masturbación
Una manera de llegar al orgasmo, estimulando el punto A, es dándote placer por tu cuenta. Para ello, vas a acostarte boca arriba en la cama, con las piernas abiertas y las rodillas flexionadas.
Luego, introduces el dedo medio o el índice en tu vagina y haces un movimiento tipo C, como el usado para estimular el punto G. Ten en cuenta que sea un movimiento gentil, para que no te genere incomodidad. Sentirás la zona AFE como suave al tacto, a diferencia del punto G, que es algo rugoso o esponjoso.
Así mismo, si estás en pareja, él o ella también pueden masturbarte, siguiendo el mismo procedimiento. Recomendamos que se corten las uñas, para evitar lesiones en la vagina.
2. Juguetes sexuales
Si consideras que tus dedos son muy cortos y no llegarás a la zona AFE, puedes ayudarte con un juguete erótico. Busca vibradores alargados y con un poco de curvatura, como los de tipo conejo o las «varitas mágicas».
También hay algunos que cuentan con función de vibración sónica. Estos podrían estimular el punto A de una manera agradable y sin ser agresivos.
Utilizarías los juguetes de la misma manera que te indicamos antes con los dedos. Te recomendamos usar un lubricante íntimo para hacer la experiencia más sencilla
3. Penetración
Si tienes un compañero, este puede estimularte la zona AFE por medio de la penetración. Lo ideal es intentar posturas sexuales que permitan una penetración profunda, como las siguientes:
- Perrito: es la favorita de muchas personas. Para llevarla a cabo, ella se coloca con las palmas de las manos y las rodillas apoyadas en el suelo o el colchón, mientras que él —de pie o arrodillado— la penetra por detrás.
- Surfero: guarda relación con la posición anterior, ya que él se ubica detrás de ella. La diferencia está en que ella se va a recostar boca abajo, en el reposabrazos del sofá, y dejará las caderas elevadas.
- Misionero: es un clásico en lo que a posiciones sexuales se refiere y también útil para estimular el punto A. La mujer debe colocarse boca arriba, con las piernas abiertas y flexionadas, mientras el hombre la penetra, de pie o de rodillas. Algunas de sus variantes, como el asiento de loto o el balancín, también sirven para la estimulación profunda.
- Vaquera invertida: en esta postura, él se acuesta boca arriba y ella se ubica de espaldas a él, sobre sus caderas, controlando la profundidad de las penetraciones.
El punto A también puede estimularse de forma indirecta y la manera de lograrlo es por medio del sexo anal. Esto se debe a que la separación entre el recto y el canal vaginal profundo no es tan gruesa. Así que podrías experimentar las sensaciones también en ese punto especial.
¡Experimenta para llegar al placer!
En lo que se refiere al sexo, no todo está escrito en piedra. Con esto queremos decir que, aunque ya sepas qué es el punto A y cómo estimularlo, puede haber posiciones o técnicas que a ti no te funcionen, mientras que a otras mujeres sí, y viceversa. Pero esto es normal, ya que hay distintos tipos de vaginas y no todas son exactamente iguales.
Tómate el tiempo necesario para ver qué acciones y posiciones son las que desencadenan el placer en ti. Comienza experimentando en solitario y, una vez que descubras dónde está tu zona AFE y qué te hace llegar al «cielo», pasa a hacerlo en pareja. Más allá de las discusiones científicas sobre la existencia o no del punto A, lo más importante es que no te olvides de disfrutar.
Fuente:https://mejorconsalud.as.com
Social Buttons