Este bailable género musical celebra en cada una de sus rítmicas y acordes la identidad de todos los dominicanos.
Este género musical , alegre, eufórico y hasta sentimental, ha formado parte de la cultura e idiosincrasia del dominicano, desde su origen a finales del siglo XIX hasta el día de hoy, convirtiéndose en bandera tricolor de nuestro país.
Partiendo de su formación y teniendo en sus bases instrumentos de cuerda como la andurria y/o guitarra, hasta “la guira, tambora y acordeón”, el merengue como un “camaleón”, ha ido con el paso del tiempo diversificando sus bases, llegando a contener en su esencia influencias europeas, africanas y aborígenes que trajeron consigo instrumentos preponderantes como el piano, el tambor y el bajo.
Este género supo diversificar sus raíces, desde los inicios donde era marcado “por contener letras un tanto subidas de tono”, y que le fueron ganando detractores como el entonces presidente Ulises Francisco Espaillat, quien fue recordado más allá de ser el primer mandatario de la nación (por sus escritos contra el merengue) pues este ideó una campaña contra el género musical por sus bailes y letras explícitas, tildando el género de “Anti patriótico”, acción que le fue totalmente inútil, pues ya este popular género se había adueñado del Cibao, región que al día de hoy es considera “la cuna del merengue”.
Los cambios que ha experimentado el merengue desde su origen y la disputa que creó entre músicos de la época diversificó el género llevándolo a tener dos tipos de merengue: el merengue folclórico o típico, que aún se encuentra en los campos, especialmente en la zona del Cibao y el merengue de salón, propio de los centros urbanos.
El merengue de salón que parte del merengue oficial fue estructurado sobre la base de una gran orquesta al estilo Big Band, pero manteniendo la base rítmica original. En este tipo de merengue se destacaron nombres como los de: Orquestas Santa Cecilia y San José, como principales orquestas de merengue de salón de la época. Luis María Frómeta Pereira (Billo Frómeta) y tiempo después, Luis Albertí quien fuera un destacado músico de la élite en la época.
Joseíto Mateo, Johnny ventura, Wilfrido Vargas, Juan Luis Guerra, Fernando Villalona, Alex Bueno, Sergio Vargas, Alberto Beltrán y La Sonora, seguidos de Rafelito Román, Fefita la Grande, entre muchos otros legendarios artistas.
Este género musical ha llenado de gloria la República Dominicana. En 2016 La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró el 30 de noviembre de 2016 al Merengue, como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Un Récords Guinness pal’ merengue.
2019, el año en que 422 parejas dominicanas bailaron al ritmo del “Merengón” en la Plaza España, para superar el récord mundial certificado por el libro de Guinness World Record a la mayor cantidad de parejas bailando simultáneamente merengue.
El merengue es sin duda alguna patrimonio de los dominicanos, convirtiéndose en bandera a nivel internacional de nuestra República Dominicana.
El merengue y sus nuevos colores se posicionan internacionalmente
El merengue ha continuado su proceso diversificación agregando, fusiones y ritmos más urbanos, logrando abrirse paso a través de esta puesta a la conquista de nuevos mercados, gracias a artistas de talla mundial que apuestan al género como trampolín para seguir expandiendo su música.
Artistas urbanos como Karol G, Manuel Turizo, Ludmila, Zion, entre otros , han lanzado merengue en los últimos meses logrando trascender en mercados y ocupar los primeros lugares de popularidad a nivel internacional.
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