“Lo que rodea el negocio es lo que me aburre, las alfombras rojas las entregas de premios; a mí me han dado discos de platino y se me han quedado en el sitio donde me los dieron, no es que no lo valore, pero lo que me gusta es estar sobre el escenario en un teatro, en un concierto o haciendo una película”, afirma Mata.
A la capital española el venezolano llegó hace unos meses animado por sus hijos -tiene tres, Santiago, Christian y Carlos Javier, fruto de su matrimonio con la actriz Marlene Maceda- después de vivir muchos años en Miami y con la necesidad de mostrarse ante la gente como es, “porque en el fondo uno quiere ser querido por lo que es, con sus virtudes y sus sombras, con sus demonios y sus ángeles”.
Del ego al sentimiento de pérdida, lo dice quien en la década de los 80 y parte de los 90 llegó a estar ocho años y medio sin tomarse una semana libre.
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