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También lamentó que la falta de valores morales y espirituales esté afectando a las sociedades de todo el mundo, y no solo a la República Dominicana.
Críticas a los líderes religiosos
Miles fe evangélicos se dieron cita en el evento.
Molina denunció la mala calidad de los dirigentes espirituales, señalando que muchos buscan beneficios personales en nombre de Dios.
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Asimismo, responsabilizó a pastores y sacerdotes por la decadencia espiritual que observa en la sociedad, y afirmó que la corrupción ha dañado la confianza en las instituciones.
“La gente cree que todos los funcionarios son ladrones porque las medidas anticorrupción han sido ineficaces. Para detener la corrupción, se responde con más corrupción”.
Violencia y pérdida de valores familiares
El pastor también abordó temas como la violencia y la delincuencia, señalando que estas problemáticas son consecuencia de una sociedad que ha abandonado los valores familiares.
Además, responsabilizó a los padres por delegar la crianza de los hijos al barrio, la televisión y los dispositivos móviles.
Una crítica a la sociedad moderna
Ezequiel Molina advirtió que la sociedad parece estar involucionando, retomando prácticas que ya se habían superado.
Partes de los adoradores
Según el pastor, los mismos “pecados aberrantes” que llevaron a la destrucción de Sodoma y Gomorra ahora son vistos como “novedades”.
Finalmente, Molina llamó a una reflexión colectiva, destacando que el mundo ha dejado de lado a Dios y, con ello, los valores morales.
“El pueblo que se aparta de Dios también se aparta de los valores. ¿Cómo esperas que alguien cambie de la noche a la mañana, que deje de robar o de cometer abusos?”.
Acto con desafíos
Al pronunciar unas palabras de agradecimiento, el pastor Ezequiel Molina hijo agradeció al Comité Organizador de los Juegos Centroamericanos y del Caribe que encabeza José P. Monegro, al productor artético, Saymon Díaz así como a los concilios de iglesias que anualmente motivan a sus feligreses a sumarse a la actividad.
Los adoradores
Después siguieron los cánticos de adoración, a cargo del joven cantante y compositor Cales Louimas, quien se hizo acompañar de la también intérprete Arianny Aquino.
El ambiente de alabanza y adoración fue liderada por el reconocido cantante mexicano Marcos Witt, quien interpretó sus grandes éxitos, logrando que los asistentes se unieran en un canto de esperanza y fe.
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