El presidente de Harvard, Alan M. Garber, explicó que la medida busca que más estudiantes puedan acceder a la universidad sin preocuparse por su situación económica. “Poner Harvard al alcance financiero de más personas permite que nuestros estudiantes se enriquezcan con diversas experiencias y perspectivas”, afirmó.
El apoyo cubrirá a todas las familias con ingresos de hasta $100,000 dólares al año. Además, los estudiantes recibirán una beca inicial de $2,000 dólares en su primer año y otra de $2,000 dólares en su penúltimo año para ayudar en su transición tras la graduación.
Para aquellos con ingresos de hasta $200,000 dólares anuales, Harvard ofrecerá matrícula gratuita y ayuda financiera adicional, ajustada según cada caso. Incluso las familias con ingresos superiores podrían recibir apoyo dependiendo de su situación económica.
La iniciativa llega en un momento en que las universidades ya no pueden aplicar criterios raciales en las admisiones. Según Richard Kahlenberg, director del Proyecto de Identidad Estadounidense en el Progressive Policy Institute, la mejor manera de mantener la diversidad es ofreciendo más oportunidades a estudiantes de bajos ingresos y clase trabajadora.
Desde 2007, Harvard ha implementado medidas para facilitar el acceso de estudiantes con menos recursos, eliminando préstamos estudiantiles y dejando de considerar el valor de la vivienda familiar en la evaluación de ayuda financiera.
El decano de admisiones, William R. Fitzsimmons, enfatizó que el talento proviene de todas las clases sociales y que Harvard quiere asegurar que ningún estudiante se quede fuera por falta de dinero.
La universidad destinará $275 millones de dólares en ayuda financiera para el año académico 2025-26, reforzando su compromiso de que el costo no sea una barrera para quienes desean estudiar allí.
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