La entrevista fue realizada en exclusiva para El Matutino del País, del periódico De Último Minuto, transmitido en vivo por Canal El Sei
“Quiero que recuerden a mi papá feliz, como él era… con amor. Que recuerden sus sonrisas, ese silbido único, ese ‘¡qué lindo!’, ese ‘¡ay ombe!’, que nunca se olviden de eso.”
Zulinka destacó que Rubby era un hombre entregado a su gente, un artista que amaba profundamente al pueblo dominicano y que nunca pasó desapercibido para quienes lo encontraban en la calle.
“Bajaba el cristal del carro para saludar al limpiavidrios, al motoconchista, a cualquiera. Yo lo relajaba, le decía: ‘Papi, te van a dar una galleta un día de estos’, y él me respondía: ‘¿Quién me va a dar una galleta? A mí la gente me quiere’.”
Con un nudo en la garganta, reconoció que, aunque su padre tenía un carácter fuerte, detrás de eso había una dulzura inmensa:
“Detrás de ese carácter había una taza de miel de abeja. Ese era mi papá. Amor puro. Así quiero que lo recuerden todos.”
Zulinka pidió al pueblo asistir al Teatro Nacional, donde se le rinden honores a su padre, para celebrar su legado con música y cariño:
“Mi papá murió en una tarima, haciendo lo que amaba. No se fue en silencio, se fue entre aplausos.”
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